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| Hotel Riu Emerald Bay de Mazatlán |
Apenas llegas y ves un enorme castillo y en lo alto están las gaviotas volando, lo sorprendente de este lugar, es la gran cantidad de gente que ves, desde que comienza el check in, hay una fila, pero no es nada molesto porque hay una señorita llevándote un coctel de bienvenida, muy delicioso por cierto. El registro es muy rápido, la gente muy agradable, cualquier cosa que necesites te la conseguirán, son muy serviciales, en eso dejas tus maletas y las llevan directo a tu habitación, si llegas antes, no te preocupes, que puedes andar en la playa o andar libremente, conociendo las instalaciones del hotel. Aunque lo más recomendable, es esperar a que te asignen la habitación, no tardan nada, mientras puedes seguir tomándote una bebida y disfrutar de la vista maravillosa del lobby.
Ya con tu habitación, observas que hay unas grandes ventanas, se ve maravillosa la vista que tienes frente al mar, está perfecto para salir a ver el atardecer, acompañado de unas buenas cervezas. Las camas son muy cómodas, hay cable y las pantallas son agradables, pero lo más importante, es que hay un frigo bar, lleno de bebidas, las puedes tomar, están incluidas, me pregunto que no está incluido en este hotel, creo que solo lo que no incluye es lavandería, pero eso, a nadie le importa, la ropa sucia se lava en casa. Creo que todas las habitaciones tienen yacusi, imagínate que agradable noticia, olvídate del estrés y busca tu bebida favorita.
Pero no creo que quieras pasarte las vacaciones en tu habitación, así que te vas a la playa, para empezar desde tu habitación, se ven las instalaciones maravillosas, es un gran complejo de albercas y bares bien distribuidos. Quizás lo único que puede parecerte un poco incomodo, son los elevadores, porque no son muy grades, aunque son muchos, pero la verdad casi ni los usas, todo el día estas abajo, a menos que quieras subir y bajar a cada rato a tu habitación, creo que no tiene caso, ni estresarse, mejor a disfrutar toda la tarde del soy y del mar y de una buena compañía.
Los restaurantes son enormes, aun así el trato es personalizado, son muchísimos empleados, todos amables, la vista es asombrosa, algunos tienen vista al mar, de hecho son de distintos tipos de comida y claro las que nunca faltan, son la comida mexicana, americana y japonesa, pero lo más rico, son los cortes, que rico la carne huele riquísimo y pues sabe igual, pero si estas en la alberca, esta un restaurant de antojitos, hay mucho que puedes comer todo el día.
Los bares son muchos, las bebidas son perfectas, te preparan cualquier gusto que traigas en ese momento, los barman saben preparar bebidas de eso, no hay duda y son muy platicadores.
Imagínate estas en la alberca, con tu bronceado perfecto, el sol en el cielo y el bar al frente de ti, donde estas tomándote tu bebida preferida, un Martini o un whisky o una Miche lada, cualquier cosa es perfecta, en eso conoces a mucha gente que habla distintas lenguas, lo importante es que los niños no te molestan, porque hay muchas actividades para ellos, a parte de albercas para niños. Únicamente tu principal trabajo es disfrutar de unas buenas y merecidas vacaciones. NI siquiera necesitas salir del hotel, porque ahí mismo hay una discoteca, todo incluido, me pregunto cómo quedaras, al terminar la noche, que risa.
El atardecer, es impresionante al igual que el amanecer, procura dormirte tarde y levantarte temprano, para que tengas más horas de diversión, duerme cuando llegues a tu casa. Si no te diviertes es porque no quieres, este hotel tiene todo lo necesario para pasar unas muy buenas vacaciones, por cierto que no se te olvide reservar para los restaurantes y eventos que hay, recuerda, que son muchísimos huéspedes, para todos hay eventos pero hay que reservar.
Que no se te olvide ir al yacusi del hotel, está perfecto el lugar, es muy elegante y es ideal para después de haber ido al gimnasio, que también ya viene incluido.Espero que disfrutes tus vacaciones en este hotel, se que llegaras a tu casa con dos caras, una contenta porque sé que te divertiste como nunca y una triste porque se acabaron las vacaciones, ni hablar.
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