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| El sótano de las golondrinas, San Luis Potosí |
Vas en el camino, en una camioneta, te sientes muy feliz porque vas de paseo, vas al sótano de las golondrinas, pero antes de llegar, percibes un olor muy agradable a café, es porque hay muchos cafetales, el café de san Luis Potosí, es muy rico, incluso antes de llegar quizás compras nieve en la carretera, hay de cualquier sabor. 
En eso llegas al lugar, hay que entrar al bosque, el calor es muy fuerte, sudas mucho y hay muchos insectos, tienes que aplicarte algún repelente de insectos, primero desciendes vas por una vereda, de hecho si lo deseas puedes rentar un bastón, pero como tu estas bien fuerte, no lo necesitas ¡Verdad!, escuchas el sonido del bosque, ves las plantas de café a tu lado, incluso, algunos se llevan alguna ramita para recordar ese paseo, en eso llegas al centro del bosque, es para un pequeño descanso o para ir al baño, porque de aquí en adelante es subir y subir, no es mucho tiempo, pero si no tienes condición vas a querer llegar ya.
Es genial porque vas platicando, si vas con amigos aun mas, disfrutas realmente la caminata, son escalones, pero llega un momento en que ya vuelve a hacerse nuevamente una vereda, ya llegando al lugar, ves un poso enorme como si la tierra hubiera abierto una gran boca, de pronto ves miles de aves que se lanzan al fondo, como si fueran balas, de hecho se escucha un sonido especial, todos los compañeros que vienen contigo, hacen fila para ver hacia abajo, de hecho quieres que llegue tu momento y cuando es tu hora, te sujetan bien con arneses para que no te vaya a pasar nada, vas con un equipo experimentado, no vas a bajar, solo es para que no caigas, por tu seguridad.
En eso, miras hacia abajo y sientes miedo, esta tan profundo que te da pánico, el temor a caer, pero no quieres dejar de ver, miras como bajan las aves a dormir, porque ya es de tarde, pero es enorme y abajo, parece como si hubiera un pequeño bosque, se ve verde, es una imagen que te llevarás en tu mente, tienes que ir para saber cómo es el sótano de las golondrinas, al final, regresas por el mismo camino y ves como se va ocultando el sol, la luz del sol se infiltra entre la maleza, ya llegando arriba, los aldeanos, son personas sencillas, venden café, también querrás saciar tu sed, porque ellos te venden agua de sabor, no sabes que rico te sabe el agua cuando traes mucha sed y calor, es el fin del viaje, pero el sótano de las golondrinas se queda en tu mente, en tus recuerdos y jamás se te olvidará esta mágica aventura.
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