La tormenta Invernal |
El pequeño Nicolás
Los días difíciles (La tormenta invernal)
La primera fábrica de juguetes.
La primer entrega de juguetes
Los renos y el hombre de color rojo
Pobre Nicolás se quedó solo
Aída descubre quien es Santa Claus
Santa Claus ha muerto
Santa Claus ha Vuelto, Feliz Navidad a todos.
Los días difíciles (La tormenta invernal)
La primera fábrica de juguetes.
La primer entrega de juguetes
Los renos y el hombre de color rojo
Pobre Nicolás se quedó solo
Aída descubre quien es Santa Claus
Santa Claus ha muerto
Santa Claus ha Vuelto, Feliz Navidad a todos.
Ya habían transcurrido varios años en el que el niño cambiaba de hogar cada navidad, cuando un día, llego una tormenta invernal muy fuerte, los peces del lago parecía que se había escaseado, la gente no tenia pescado para vender en los mercados y nadie parecía tener el suficiente dinero para seguir manteniendo al pequeño Nicolás, se le veía en el semblante de ese pobre chiquillo, la intranquilidad y el miedo, de que pasaría con él, a donde iría, como siempre se invocó una junta del pueblo, todos estaban preocupados por el destino de este niño.
Al parecer nadie podría ayudarlo, mientras tanto afuera, jugaba el pequeño y traía en sus manos un juguete que el mismo había hecho, de pronto se escucho al vendedor pregonar sus artículos, vendía utensilios de madera, sillas, utensilios de cocina, juguetes, en fin cualquier cosa que los aldeanos desearan, pero nadie acudía a ver que había de nuevo para comprar, todos estaban preocupados por Nicolás.
Aquel vendedor, se acerco al niño, al ver que traía un juguete que él no había hecho, le pregunto, quien te dio ese juguete, contesta, de seguro están comprándole a otro, pero no era así, ese juguete lo había hecho el mismo, entonces irrumpió descortésmente a la junta del pueblo, yo me quedo con el niño, se que en pocos años hare de un hombre al pequeño rapaz, por supuesto que nadie quería que este cruel hombre se llevara al niño, pero no había salida, ese mismo día, el niño iba en camino a la casa del carpintero.
De regalo le dieron un juguete, que por supuesto jamás podría usar al lado de este despiadado hombre, que únicamente quiso llevarse al pequeño, por su gran habilidad en tallar la madera, lo cual fue un alivio para las personas que vivían en el pueblo, al menos tendría un lugar donde vivir, bien o mal, el niño crecería, comería, tendría un hogar.
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